VUELVE A CASA VUELVE

Ganó el Madrid en un partido que se antojaba fácil y que se le complicó en demasía. Y ganó el Madrid aún teniendo a Capello en el banquillo, como lo hacía hace no mucho tiempo. Dicen que un equipo debe construírse desde el portero hasta el delantero centro. Del 1 al 9. A falta de eso, y ante la imposibilidad de ser un equipo perfecto, que desarrolla un fútbol vistoso, el Madrid tiró por la vía rápida. Si no puedes construir un conjunto ideal del 1 al 9, intenta tener un magistral 1 y un magistral 9. Porque los extremos se juntan. Y ayer volvieron a hacerlo.

Como tiempo atrás, el Madrid volvió a apoyarse en Casillas y Ronaldo para sacar adelante un partido. Y es que el Madrid fue ayer de nuevo aquella manta rajada por el centro, pero que tapaba de sobra la cabeza y los pies. La cabeza la tapó un incuestionable Casillas, con una intervención que recordó a aquellas que nos hicieron creer a todos que Iker era 'el imbatible'. Y los pies los tapó Ronaldo, cuya entrada al campo hizo cambiar totalmente el rumbo del partido. El propio Mané dijo que con el brasileño sobre el césped se les hizo difícil defenderse. Y es que Ronaldo estuvo rápido, participativo y móvil, e incluso volvió a notar.

Resulta gracioso ver como los que lo crucificaban y nos tachaban de ciegos a quienes creíamos en él ahora se rinden ante su posible vuelta. El Bernabéu nunca lo quiso, aunque las excepciones siempre existimos. Ronaldo lo denunció el año pasado y el Bernabéu se mostró sonrojado a la par que enojado. Porque las verdades duelen y el Coliseo Blanco nunca supo cómo tratar al (ex) gordito mas determinante del mundo del fútbol. Pero esta temporada todo parece distinto. Ahora los que antes silbaban aplauden, y es que el Bernabéu es cabezota pero no tonto. Ante el juego madridista, ante el aburrimiento que sufren cada dos Domingos, ante el juego de los Diarrás (no juega en Sevilla, suerte para el Madrid), de los Emersons o de mismamente los Reyess (sabio Wenger) el Bernabéu pide que asome la cabeza el jugador más dinámico de su plantilla, el único que puede sacar de la monotonía el juego blanco. Ronaldo, que vuelve a casa por Navidad.