REBELIÓN EN PATERNA

Veíamos hace unos días como Villa era expulsado del entrenamiento del Valencia. Al parecer el jugador ché había entrado con dureza en varias ocasiones a un canterano y Quique le recriminó: "hay que entrar así en los partidos". Además anteriormente el asturiano se había negado a transportar una portería de un campo de entrenamiento a otro. Y Quique, que no atraviesa un buen momento (tiene el agua casi en el cuello, por la altura del pecho más o menos) sacó el látigo a pasear. ¿Hizo bien? Lo debatía con mi amigo "el valencianista".

Me decía él que Quique, ante la situación que se encuentra, tenía dos caminos: agachar las orejas y hacer como que no había pasado nada o dar un golpe de autoridad. Las lesiones no respetan al Valencia, que parece que se ha estancado en su juego, por lo que-según mi amigo- todos necesitan un toque de atención. Incluso Villa. Y es que mi amigo piensa que si a Villa se le permite todo entrará en el papel de estrella y se estancará. Por tanto -dice- Quique hizo bien. Habrá que ver que piensa su vecino, de ideología "antiquiquista".

En el otro bando de la opinión, el que escribe. Está claro que lo de Villa no tiene mucha lógica. La presencia de su padre -que salió tras él- en la grada o la situación del equipo pudo influir. O eso o hay algo oculto por ahí. Si no, no encuentro explicación. Pero yo no hubiera adoptado la postura del entrenador valencianista. Precisamente porque se encuentra con el agua al cuello (o casi) y hay que cuidar a la estrella del equipo. Los compañeros podrían sentirse discriminados, pero para eso está la táctica "charla privada". Yo, de Quique (sé que en alguna vida me reencarnaré en él), hubiera hablado de tú a tú con el delantero. Incluso le hubiera echado algún piropo a modo de S.O.S: "Espero que lo de hoy no se repita, eres un jugador demasiado importante para el equipo, que casi depende de ti. Necesito tu colaboración". Y todos felices.

Con todas las bajas que tiene el club ché mas le vale a Quique tener a todos contentos. Y más a Villa que -junto con Morientes- es el jugador estandarte, el jugador-franquicia. En torno a él plantean los partidos los equipos rivales. Si Rijkaard ha permitido siempre que Ronaldinho haga los calentamientos al margen del grupo, me parece que "El Faraón" debería levantar un poco el pie disimuladamente. Sobretodo porque probablemente que el agua suba hasta los ojos y provoque su destitución dependa mucho de lo que haga Villa, su tabla de salvación.