LA FE surREALISTA

La fe -dicen- es lo último que se pierde. O en su defecto la esperanza. Dicen también que la fe mueve montañas. Y en el mundo del fútbol la fe es algo indispensable para no morir en el intento. Que se lo digan si no al buen aficionado realista que hizo la siguiente promesa: "no abriré mi bar hasta que mi equipo, la Real Sociedad, no gane dos partidos seguidos". Valiente apuesta la suya.

Y es que el destino del conjunto vasco no parece ahora mismo otro que no sea la segunda división. Su fútbol es pésimo, y aún no han conseguido ni una sola victoria en los diez primeros partidos. Pero sus números no terminan ahí, ya que casualmente es "más duro" fuera de casa que dentro. En Anoeta ha conseguido un empate y cuatro derrotas. Lejos de su estadio cosecharon dos empates y tres derrotas. Pese a este dato, fuera de Anoeta sale a gol cada cinco partidos, ya que solo consiguió anotar en la primera jornada.

No corren buenos tiempos por el País Vasco. El Athletic Club tampoco parece alzar el vuelo y roza los puestos de descenso, aunque el pasado Sábado consiguió empatar al Valencia en Mestalla. Pero lo de la Real parece no tener solución. Cayó el entrenador Bakero y han recurrido a Lotina, un experto en situaciones UVI. De momento el Domingo consiguieron ponerse por delante ante el Espanyol, que al final les empató. Pero de juego aún no hay noticias.

En la Copa ganaron, pero están ya fuera. Buena noticia para Lotina, que se centrará solo en la Liga. Y buena falta le hace. Si yo fuera el dueño del bar reconocería mi error y retiraría la apuesta. Si no han podido lograr una victoria en diez partidos, quizás tarden demasiado en conseguir dos seguidas, aunque el atrevimiento del aficionado debería servirles como estímulo. Saben que la gente está con ellos. Aún así el del bar que se lo vaya pensando, o terminará por deberle una explicación a su señora y sus hijos. Si los tiene.