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miércoles, noviembre 01, 2006

26 Septiembre: El deber por deber


26 de Septiembre 2006
Uno de los últimos debates en el mundo del fútbol es sin duda, el más relativo y contradictorio que pueda existir. No es otro que esa extraña -a la vez que elegante- regla de tirar el balón fuera. Y no porque nuestros jugadores se vuelvan locos y cedan amablemente la posesión, sino por aquello de que un buen día a un buen hombre se le ocurrió el buen acto de sacar el esférico del campo para que un compañero lesionado pudiera ser atendido.Quizás el problema esté en que esto no es una norma obligatoria como tal- como sí lo son el fuera de juego o el penalti (ay ese Cádiz!)-, sino que se trata de una regla moral totalmente contradictoria: Si tiras el balón fuera ante lesión de un jugador actúas en lo políticamente correcto, pero si no lo haces estás en tu derecho.Y aparece la otra norma moral, en la que el público se convierte en protagonista: "el qué dirán". Si tiras el balón fuera dirán que eres honrado; si no lo haces dirán que eres antideportivo. Y tras el gesto (forzado) de cortesía al parar el juego llega la recompensa en forma de aplauso (forzado) del público. Puro teatro.Así, lo que empezó en una sincera amabilidad pierde su valor para adoptar el valor del filósofo Kant. Emmanuel Kant, de cuya ética-moral terminé empachado (y no empachado como el que se mete entre pecho y espalda una buena paella valenciana) defendía aquello de que hay que realizar el bien por que es lo correcto. Rechazaba obrar correctamente solo porque es lo que debemos hacer. A esta teoría la llamó "el deber por el deber".Trasladando esta teoría al fútbol, nos encontramos con que puedes tirar el balón fuera para que realmente atiendan a un posible lesionado (deber por deber) o puedes tirarlo fuera porque la tradición dice que es lo correcto.
Pero en este tema tan complejo hay otro factor influyente: la trampa. O picaresca, si se le quiere llamar de un modo más suave, y que resulta totalmente necesaria en un deporte de físico, táctica y resultado. Los hay pícaros que aprovechan la amabilidad del rival (la confianza puede resultar asquerosa, dice aquel) para detener una acción de peligro y los hay que obvian a un jugador caído sobre el terreno para continuar la jugada. Justo como pasó en el Valencia-Getafe: al principio de la jugada los jugadores valencianistas no se percataron de que Rivas se encontraba tendido, y al final (probablemente ya eran conscientes) decidieron que era una ocasión demasiado buena como para desperdiciarla. Resultado: El Geta tachando de antideportivo al Valencia, y el Valencia ateniéndose al reglamento.
Algunos equipos, como el Valladolid o el propio Madrid, han anunciado que no tirarán el balón fuera pase lo que pasé ¿Están en lo correcto? Sí.
Los hay que piensan que siempre hay que tirar el balón fuera y si la lesión resulta fingida, el árbitro deberá amonestar al "pícaro". Pero sería una pena contrarrestar un posible gol con una simple cartulina amarilla. Así que para acabar con la trampa, continuar la jugada y que afine el árbitro la intuición, que no solo están para dar la nota.