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miércoles, noviembre 01, 2006

24 Agosto: El poder del entorno


24 de Agosto 2006

“Mira, chico, búscate una buena moza, cásate, tranquilízate y si no... ya sabes dónde está la puerta”. Cuentan que con esta frase Santiago Bernabéu trataba de eliminar todos los pájaros que tenían en la cabeza sus pupilos. Quizás esta máxima podría habérsela aplicado en su momento Calderón a Jurado, la joya de la cantera blanca recientemente traspasado al eterno rival. El jugador se quería marchar alegando falta de oportunidades. El Atlético era consciente de ello y por medio de su representante presenta la oferta a un despistado Pedja Mijatovic que únicamente preguntó: “Fabio, ¿cuentas con el chaval?” No rotundo. Traspaso fácil para todas las partes…menos para la afición madridista, que veía otro posible `Caso Etoo’. Se encendieron las alarmas de la casa blanca y el desafortunado presidente Calderón trato de frenar la operación. Tarde. Finalmente Jurado firmó por el conjunto rojiblanco para las 4 próximas temporadas y se le impuso la cláusula por la que además de no poder jugar en el Bernabéu, podría volver al Madrid en los dos próximos años. Mal menor para los merengues.Y es que en el fútbol de hoy día el que manda es el jugador. Diarra amenaza a su club para que negocie su salida y pronto le ponen precio. Joaquín clama a los cuatro vientos que quiere cambiar de aires y, por obra de arte, Regueiro interesa al Betis(un pequeño inciso a la excasa memoria que tienen algunos aficionados verdiblancos). Nada, que gobiernen los jugadores. O más bien el entorno. La táctica es como el mecanismo de un reloj. Precisa, perfecta, y automática. Primero el jugador pide a su club el traspaso, el presidente de turno se niega, se declara en rebeldía y finalmente el jugador se sale con la suya y el club accede.
También se puede dar el caso de que el jugador, a un solo año de agotar su contrato, pida un aumento de sueldo. Se lo conceden o pide marcharse. De esta forma el club se ve obligado a darle lo que reclame o traspasarlo a un precio menor del real. Eso o dejarlo marchar libre al año siguiente.
En estas se encuentra Ayala, guiado por su polémico entorno. Siempre que se entienda como entorno a Gustavo Mascardi, representante enredalotodo del argentino. Reclama un considerable aumento de salario (supuestamente prometido por el consejo) al que el Valencia rechaza. Ahora pide, de la manera menos diplomática, salir del club ché. Hizo mal Carboni en prometer y no cumplir, y hace mal Mascardi en tirar piedas contra su propio tejado, sobretodo olvidando que ya quiso fugarse al Madrid tiempo atrás y todos hicieron como que no había pasado nada.
Por una similar amenazó Lopera a Joaquín con mandarlo a Rusia. Veremos que hace el bueno de Soler con Ayala. Se lo come con patatas o firma la derrota y se lo vende al vecino Villareal. Entonces, como casi siempre, habrá ganado el jugador. Habrá ganado “su entorno”.