10 Octubre: Todo caos y despelote

10 de Octubre 2006
Nuestra selección, el equipo de todos, está en declive. Y no sólo en lo futbolístico, sino en todo lo que le rodea. Desde Villar hasta los jugadores, que ayer volvieron a caer. Y es que la selección, esa maldita que genera tantas ilusiones como fracasos deja, no termina de enganchar: ni con la afición, ni con un entrenador que camina como a la deriva, acumulando error tras error.
Y para colmo el entorno no ayuda nada. Desde la periodista (¿?) que acompañó a la selección con un Raúl de cartón, hasta Joaquín, que empañó su participación en "La Roja" con unas airadas declaraciones. Lo de la periodista y el Raúl ficticio quizás no sea un problema, sino un símil de la realidad: se quiera o no la sombra del (ex)capitán es muy alargada.
Lo de Joaquín es preocupante. No ya preocupante que diga en su naturalismo andaluz que "la selección es un caos y un despelote", sino preocupante porque sus declaraciones tienen mucho de verdad. Quizás son críticas injustas, ya que Joaquín siempre ha estado presente en las convocatorias nacionales, pero siguen teniendo razón.
Es un despelote porque Luis Aragonés, como decía, está navegando a la deriva, como queriendo hacer una guerra de él contra el mundo. Tolera las declaraciones de Joaquín y la compañía del Raúl de cartón como no toleró en el pasado la indisciplina de Etoo, por poner un ejemplo. Y para colmo, da la sensación de no importarle un carajo lo que acontece en el conjunto nacional. Si el equipo pierde me quedo mudo y dejo que los jugadores decidan por sí solos. Si pierdo no pasa nada, tengo contrato.
Las declaraciones posteriores a la debacle de ayer hacen pensar que Luis nos toma por tontos. "¿Por qué voy a tener que dar yo el paso de dimitir?". Pues fácilmente porque prometió irse si no llegaba a las semifinales del Mundial y porque estuvo a punto de dimitir y se quedó por "unas connotaciones de sus ayudantes".
Y en el campo lo de siempre. Somos un equipo que tiene la pelota pero que no hace daño con ella. Demasiado previsibles, por la lentitud y por los contínuos ataques por el centro, dada la inexistencia de bandas en el esquema del "Sabio". Y para colmo cuando nos llegan, nos la clavan. Así pasó ayer, que en tres tiros nos hicieron dos goles. Puyol, nuestro baluarte en defensa, está desastroso. Y encima Casillas falla. Pero no se le puede culpar al equipo los contínuos fiascos que nos están dando, sino más bien a un seleccionador que debe ser amo y señor y que únicamente va tropezando una y otra vez con la misma piedra.
Cuentan que Puyol, en la jugada que precede al segundo gol, y en la que estuvo a punto de anotar, preguntó a Luis si podía subir a rematar. Luis dio el silencio por respuesta. El que calla otorga, debió pensar el central catalán. La jugada terminó como todos sabemos, y Luis terminó echándole la bronca a Puyol. ¿Tan difícil es dar una orden? ¿Tan difícil es llevar una selección?
Y mientras tanto Clemente triunfa con Serbia y, el casi centenar de aficionados españoles que estuvieron ayer en Estocolmo, marcharon abucheando y pidiendo la dimisión de Villar y Aragonés, en lo que era la representación de la voz del pueblo. Ilusos ellos, ilusos nosotros