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miércoles, noviembre 01, 2006

02 Octubre: El de negro, Capello y Guti


02 de Octubre 2006
No he sido nunca de los que sólo hablan del árbitro al finalizar un encuentro en el que no se ha conseguido el resultado esperado. Aunque los entiendo, a ellos, enfervorizados aficionados que ven en el de negro el principal culpable de sus males. Y los habría tras este partido si el beneficiado hubiera sido el Madrid, como los habrá ahora que el conjunto merengue ha sido el perjudicado.
Pero tampoco hay que engañarse. El Atlético fue mejor que el Madrid en casi todas las fases del encuentro. El único momento que el Madrid pudo llevarse el gato al agua fue al comenzar la segunda mitad. Pero ni pudo, ni supo.Antes de eso habíamos visto a un Atlético muy peleón y que había sacado petróleo de una presión muy bien ejecutada. Casillas -que con los pies sigue desastroso- despeja mal y el conjunto rojiblanco, junto a los despropósitos de la defensa madridista hacen el resto.
El Madrid sigue sin ideas y las que le quedan son las que aporta Guti. Así que para parar a este Madrid la estrategia es fácil: frenar al 14 blanco. Eso lo entendió a la perfección Aguirre y por ahí empezó a ganar al Madrid.
Resulta demasiado curioso que Guti se lleve tantas patadas como se llevó y que sin embargo quién terminara con diez fuera el Madrid por dos faltas de Ramos. Pero no me gusta hablar de árbitros -como ya dije-, así que preferiré decir que a Ramos alguien debería tranquilizarlo.Y en el banquillo Agüero y Ronaldo. El primero salió y tuvo tiempo y ocasiones para dar los tres puntos a su equipo. Ronaldo jugó demasiado poco y estuvo demasiado solo. Un servidor, que asistió al Bernabéu, comprobó que Agüero asusta más al feudo blanco que Torres, y que Ronaldo vuelve a ser querido.
Quizás sea porque ven en el brasileño una tabla de salvación que les saque de tanta monotonía. Y es que el Madrid ni ataca ni defiende. Porque ayer Casillas volvió a lucirse como antaño, poco arropado por la defensa madridista, ya antes de la expulsión de Ramos (¿alguien vio la falta sin balón de Pernía sobre Raúl?).
Y lo poco distinto que se puede ver en Chamartín parece abocado a las contínuas sustituciones (véase Reyes) o al banquillo eterno (Cassano o Robinho). Mientras que Capello siga ciego y sin sacarle partido a su gran plantilla, el público del Madrid seguirá aferrándose a una reaparición inminente de Ronaldo, o a un posible renacer de Raúl, que recuerda en cada gol algo, a alguien que prometió hacer algo y no lo hizo y finalmente dejó sin convocar a alguien. Tan claro como la vida misma.