DEL CUELLO DE RONIE AL GOL MÁS TONTO

Tuve la ocasión de asistir al Bernabéu y comprobar atónito como cerca de 30. 000 rumanos tocaban al unísono sus bocinas y cantaban eso de "Steaua, Steaua" en unas décimas de segundo, como si dijeran "Steá". Sólo callaban cuando Ramos remataba, cuando Van Nistelrooy fallaba de cabeza o cuando Robinho o Helguera mandaban a las nubes goles cantados. Pensé que nunca dejarían de oirse aquellas trompetas pesadas. Pero se callaron. Y fue allá por el bonito minuto 69, cuando Nicolita se anotó un autogol de lo más inverosímil.

Hoy todos le echaban la culpa al jugador rumano. Dicen que una de las máximas del fútbol aconseja no ceder el balón al portero entre los tres palos. Hasta ahí vale pero...¿No es trabajo del portero defender su arco?

Hizo mal Nicolita en ceder el balón sin mirar al portero, sí. Pero también hizo mal el portero en dejar descubierto su arco, y probablemente sin avisar previamente a su 'compi'. La culpa no es de uno ni otro, es un simple malentendido que tiró al traste todo el trabajo defensivo del "Steá" y clasificó al Madrid.

Pero sin lugar a dudas, si hay que buscar un culpable -que no lo hay- el pueblo "damefutbolero" apuntaría sin dudas hacia Cernea, apuntaría hacia abajo. Y el presidente...¿ofrecerá 100.000€ al valiente que lo fiche?Ay los rumanos...!